Crop Booster: Un nuevo paradigma en la producción frutícola

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Incrementos de más de 20% en la productividad, mejor calidad de la fruta y una postcosecha más prolongada son solo algunos de los atributos de utilizar Crop Booster. Esta innovadora tecnología, que se basa en microtransmisores que envían a las plantas más de 3.000 frecuencias de radio a través del sistema de riego, actúa como un estimulante natural y orgánico para los cultivos y la salud del suelo. Llegó a Chile en enero de 2020 de la mano de Rodrigo Ariztía y su empresa RAD, de servicios de monitoreo de riego.

El agricultor Rodrigo Ariztía De Castro siempre ha procurado estar a la vanguardia en la mejora de la producción frutícola, tanto de sus propios cultivos de uva de mesa y carozos, como los de otros agricultores a los que asesora a través de su empresa RAD de servicios de monitoreo de riego y humedad del suelo. Fue uno de los pioneros en esta materia en las últimas dos décadas y hoy da otro paso más con la incorporación y difusión de la tecnología Crop Booster.

Instalaciones en Chile de tecnología Crop Booster a cargo de Rodrigo Ariztía.

Fue la crisis hídrica que está viviendo el país la que lo llevó a buscar nuevas soluciones para enfrentarla. “El agricultor sabe que el agua es un elemento fundamental para lograr el desarrollo de las plantas. A través del riego se entregan todos los macro y micronutrientes esenciales para su mejor desempeño. No obstante, desconoce que hoy día existen alternativas tecnológicas y orgánicas que también se pueden introducir como la innovación de Crop Booster”, comenta.

Esta tecnología fue desarrollada en Estados Unidos. Llegó a Sudamérica (Perú) en noviembre de 2019 y a Chile arribó en enero de 2020. Crop Booster consiste en un dispositivo que se instala fácilmente en el sistema de riego, adaptándose a tuberías metálicas o de PVC. Consta de microtransmisores que contienen más de 3.000 frecuencias de radio, que son transportadas por resonancia a través del flujo de agua hasta las plantas.

Se puede colocar en cualquier momento y actúa en forma inmediata, cuando comienza a funcionar el riego. Una vez que este se apaga, las frecuencias que funcionan como estimulantes naturales no desaparecen y pueden actuar en el huerto hasta por diez días. Por eso, sus primeros resultados pueden apreciarse en solo dos semanas.

Su costo de implementación es por hectárea y su valor depende del caudal de las bombas de riego, el diámetro de la matriz de riego y el terreno a abarcar. Su vida útil es de dos años (el tiempo que dura la batería que incluye el sistema) y no requiere mantenimiento. Una vez aprobada la cotización, RAD importa los equipos desde Estados Unidos y los instala en el campo.

POTENCIANDO VIGOR Y COLOR

Las ondas transmitidas por Crop Booster hacen que se active en la planta su máximo proceso fotosintético, logrando que se absorban en forma fácil los elementos minerales de carga positiva (zinc, boro, calcio, potasio, magnesio y fósforo) e inhibiendo las sales. El funcionamiento de esta tecnología lleva a un muy buen equilibrio en la relación de hojas, frutos y color, logrando una maduración homogénea.

Paltas con tecnología Crop Booster, vigorosas y saludables.

“Crop Booster transmite frecuencias específicas que la planta necesita para su óptimo funcionamiento, potenciando su color y vigor. También estimula un mejor comportamiento de los suelos. Se produce mayor oxigenación y suelos más sueltos y esponjados, que ayudan a generar más raíces que permitan absorber mejor el agua y los nutrientes, aumentando la productividad”, explica Rodrigo Ariztía.

La mejora en el vigor resulta en una mayor resistencia a temperaturas extremas, plagas, enfermedades, sequías y lluvias repentinas como las ocurridas a finales de enero en la zona central de Chile. A su vez, detalla el fundador de RAD, al aumentar la masa radicular de la planta y aprovechar mejor los suelos, hay más estanque y disponibilidad de agua para absorber sin regar nuevamente.

Estos atributos se traducen, finalmente, en ahorros de hasta un 40% en el uso de agua, mayores rendimientos, aumento en los calibres de la fruta y mejoras en los grados Brix (dulzor), lo que tiene como consecuencia alzas en la producción por sobre el 20%, mejora en el precio de venta y hasta 15 días adicionales de anaquel.

MAYOR RENTABILIDAD

“La tecnología Crop Booster es transversal a cualquier tipo de cultivo. Aquellos muy sensibles a una alta conductividad como paltos, nogales, cerezos y viñas, entre otros, muestran mejoras muy interesantes”, dice Ariztía. Desde que llegó a Chile, se ha utilizado en 30 ensayos con nueve especies diferentes de frutales, cubriendo un total de 130 hectáreas. Hasta el momento ha tenido resultados promisorios.

Cerezas con más vigor y mejor condición de fruta.

Es lo que ocurrió con el primer equipo instalado en nuestro país, en enero de 2020, en un huerto de una hectárea de uva de mesa Thompson en la zona de Paine, que enfrentaba la última etapa de desarrollo antes de la cosecha. “Un día tuvimos una temperatura promedio de 38ºC, lo que nos obligó a desplegar los cobertores y proteger los huertos de estrés por temperatura. Pese a que actuamos rápido, las plantas se pusieron de color opaco y frenaron su crecimiento. No sucedió así con el huerto que estaba con la tecnología Crop Booster, que seguía verde”, recuerda el agricultor.

El huerto no solo mostró un mejor comportamiento frente a eventos extremos, sino que también registró medio calibre más en la fruta, mayor masa radicular (30%) y vigor (34%), un 7% más de rendimiento, un grado brix más y una mejor condición de postcosecha. Un análisis de tejido vegetal mostró 14% más de nitrógeno, 47% más de hierro y un alza de 10% en fósforo y 20% en boro. En tanto, al realizar un análisis de eriófidos se encontraron 9,9% de yemas infestadas utilizando Crop Booster, contra un 48% en el testigo, lo que evidenció mayor vigor y resistencia a las plagas. “Todo esto se tradujo en un 43% más de rentabilidad”, afirma Ariztía.

Croop Booster se instaló también en un campo de almendros en Paine en noviembre de 2020. Tras dos meses de riego, el agua se infiltraba a una profundidad de 100 centímetros en 10 horas, cuando anteriormente tardaba 12 horas en saturar a una profundidad de 40 centímetros. “El agua tratada con Crop Booster se infiltró tres veces más rápido, fue un 200% más eficiente y resultó en una reducción del 66% en su uso”, sostiene Rodrigo Ariztía.

Y en otro campo de cerezos en Buin, donde se colocó en diciembre del año pasado, el predio que utilizó Crop Booster logró un 25% más de producción y con mejor calidad que el testigo: 23.438 kg/ha a US$ 6 el kilo, en comparación con 18.735 kg/ha a US$ 5 el kilo.

Fuente: Redagricola

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